sábado, 30 de abril de 2016

Palabras quebradas









«Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan los amantes, palabras rotas, 
palabras quebradas, como el roce de las pisadas en la acera.»

Las olas, Virginia Woolf




No recuerdo quién dijo una vez que, más que amados, necesitamos ser comprendidos. Cuando una historia de amor (o una que aspiraba a serlo), termina, el poso de tristeza que deja tiene que ver más con una sensación de duda y desconcierto que con la frustración de un deseo: ¿no supimos explicarnos, contar bien nuestra historia, encontrar las palabras justas? ¿Ocultamos algo importante, o dijimos demasiado? ¿No pronunciamos la frase que podría habernos salvado del final?

Una historia de amor siempre es un diálogo a dos que crea un lenguaje propio de ironías y sobreentendidos, de complicidad y experiencias compartidas. Es el lenguaje de los amantes, siempre único e irrepetible, del que hablaba Virginia Woolf, que languidece cuando sus creadores dejan de hablarlo y que muere irremediablemente junto con su historia.

Lamentar el final de una historia de amor es, sobre todo, sentir la pérdida de esa combinación de palabras, de las normas nunca escritas para crear las frases, la entonación y la pertinencia de los silencios. Se extinguen animales y plantas, lenguas milenarias, mueren estrellas; hay recuentos anuales y se les dedica algún que otro artículo en los periódicos. Pero nadie lleva la cuenta de los idiomas íntimos que se olvidan y se pierden, sin que existan diccionarios ni gramáticas de retorno.


viernes, 22 de abril de 2016

Diez para Sant Jordi 2016







"Don Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes el deshacer entuertos, 
prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, 
y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. 
¿Es eso de tonto y mentecato?"

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes 



La vida nunca se acaba de contar del todo, por eso sigue existiendo la literatura. Es la única explicación que existe para que se cumplan 400 años de la muerte de Cervantes y Shakespeare sin que los libros hayan dejado de existir. Necesitamos historias, o quizá son las historias las que necesitan de nosotros.

Os propongo diez historias que necesitaban que alguien las contara. Feliz Día del Libro.

El loco de las rosas, Mohamed Chukri (Cabaret Voltaire)

Una soledad demasiado ruidosa, Bohumil Hrabal (Galaxia Gutenberg)

Eres como eres, Melania G. Mazzucco (Anagrama)

La mujer helada, Annie Ernaux (Cabaret Voltaire)

Com ser-ho alhora, Ali Smith (Rayo Verde)

El hombre de las dos patrias, Javier Reverte (Ed. B)

Departamento de especulaciones, Jenny Offill (Libros del Asteroide)

Instrumental, James Rhodes (Blackie Books)

Guardar la casa y cerrar la boca, Clara Janés (Siruela)

Ciudad en llamas, Garth Risk Gallberg (Literatura Random House)